martes, 21 de agosto de 2012

Los Vicios del Rock

El pasado fin de semana asistí a una de las citas, para mí, imprescindibles cada verano. Hablo del festival Leyendas del Rock, celebrado este año los días 17 y 18 de agosto en la localidad murciana de Beniel. 

El festival, cuya primera edición tuvo lugar en el verano de 2006, recupera la esencia del  extinto festival MazaRock, celebrado en Mazarrón desde el año 1983 hasta 1985, dando cabida en su cartel a los grupos más influyentes del panorama Heavy  español.

En la jornada del viernes, de entre las cosas que recuerdo, me llama especialmente la atención una conversación que tuve con mi amigo Antonio "el Calvo" mientras estábamos viendo a Oker, uno de los grupos noveles más destacables de la escena Heavy española. Durante el concierto, la cantante de Oker no paraba de animar al público que, bajo un sol de justicia,  aguantaba como podía el calor sofocante de las cinco de la tarde. De entre sus arengas, destaco el ¡Vamos Joder!, que insistentemente repetía para animar a los numerosos seguidores que presenciaban el concierto a pleno sol. 

Lo curioso es que, cada vez que pronunciaba la frase, la chiquilla parecía reafirmarse más en su condición de jevimetalera, lo que me llevó a plantearme si la palabra "joder" es Patrimonio Cultural del Heavy Metal. Porque parece ser que si no dices "joder" ni "jodido" no eres ni Heavy ni Rocker

Después de tal planteamiento, la conversación derivó hacia la estética de la banda, muy poco cuidada. La cantante de Oker es guapa y tiene un buen cuerpo, pero el aspecto estético es algo a lo que, a mi entender, debe prestar más atención. Y es que parece que, si quieres ser Heavy, has de llevar unas medias de rejilla rotas por las rodillas que para nada te favorecen, poniendo de manifiesto otro más de los mal entendidos clichés del Rock. 

En cuanto al resto de la banda, más de lo mismo, estética Heavy mal entendida. Y es una lástima porque, musicalmente hablando, tienen un gran potencial. Se diga lo que se diga, la estética importa. Como ejemplo, la estética de Judas Priest, que puede gustar más o menos pero se nota que está cuidada hasta el extremo. Especialmente en Rob Halford, que con sus cueros y tachuelas nos cautivó en los ochenta. O qué decir de Lemmy, el alma de Motörhead, cuya estética es demoledora

En resumidas cuentas, una gran banda tiene que ir acompañada de una gran estética, porque se puede ser igual de Heavy con unos elegantes pantalones de piel y unas botas, o incluso con unos pantalones vaqueros. Y en el tema de las arengas, no hace falta gritar constantemente "¡Joder!", ni terminar cada frase pronunciada entre canción y canción con un grito. En mi opinión, este tipo de clichés no favorecen para nada a las bandas, ya no estamos en los felices anos ochenta. Hay que evolucionar, innovar y no tener miedo a ser menos jevi si no entras en unas determinadas actitudes que no hacen otra cosa que  limitar y perjudicar a la creatividad.

¡SÍ AL ROCK, NO A LOS CLICHÉS!

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